Las elecciones en Estados Unidos han terminado y hemos visto la carrera contrarreloj para alcanzar los 270 electores mínimos que eligen al presidente y vicepresidente, pero... ¿Qué significa esto? Pues que tienen un sistema de mayoría relativa donde cada Estado elige a unos delegados para elegir al presidente (proporcionales a su población) y el partido que gana en cada Estado se lleva todos sus delegados.
Como cada país democrático, Estados Unidos tiene su sistema particular. En algunos el voto es obligatorio, en otros se votan listas de partidos cerradas...Por eso, en la entrada de hoy os explicamos algunos de los sistemas electorales más comunes de las democracias.
1. Sistema mayoritario (the winner takes it all)
Se basa en el principio de que ganan las elecciones el/los candidato(s) o partido(s) de una circunscripción que obtienen la mayor cantidad de votos Pueden ser dos tipos:
Mayoría relativa: gana quien tenga más votos o una diferencia importante con el siguiente candidato/partido.
Aquí, es distinto si se puede votar a varios representantes en la misma circunscripción, porque en algunas elecciones puede hacerse sin tener en cuenta el partido (voto en bloque) o teniéndolo en cuenta (voto en bloque por partido).
Ejemplos: Estados Unidos o Reino Unido.
Mayoría absoluta: sólo gana quien supere el 50%.
Para asegurar esa mayoría o incluso que no gane una opción rechazada por la mayoría, en algunos países se permite votar a varios candidatos en orden de preferencia (voto alternativo) o se organiza una segunda vuelta con los más votados (puede ser automática si hay voto alternativo).
Ejemplos: Francia o Australia.
2. Sistema proporcional (multi-winner)
Busca que la proporción de los votos obtenidos por partidos o candidatos se traduzca en los escaños que reciben. Estos sistemas pueden variar si tienen sistemas de listas o de candidatos individuales.
Listas de partidos: los electores votan directamente a partidos políticos. Sin embargo, estas listas pueden estar cerradas (se vota a toda la lista sin poder elegir), semiabiertas (se puede votar individualmente a candidatos del partido o al partido) o abiertas (se puede reordenar a los candidatos de la lista del partido).
Ejemplos: España o Bélgica.
Candidatos:
Voto único transferible: cuando se eligen varios representantes, los votantes pueden elegir a varios por orden de preferencia. Si un candidato obtiene suficientes votos para ser elegido, los votos sobrantes se transfieren a otros candidatos según la siguiente preferencia del votante.
Voto único no transferible: los votantes sólo pueden votar a un candidato aunque se elijan varios representantes y se reparten los votos proporcionalmente.
Ejemplos: Irlanda o Malta.
Además de las diferencias básicas, el sistema proporcional varía según el método de asignación de escaños. Estos métodos pueden parecer técnicos, pero son cruciales porque afectan directamente la representación y el tipo de parlamento que se configura:
Por mayor porcentaje: Se asignan los escaños según los mayores porcentajes de votos obtenidos. Los dos métodos más comunes son el sistema D'Hondt y el sistema Sainte-Laguë. Ambos utilizan divisores para calcular qué partidos reciben escaños, pero tienen efectos diferentes en la representación:
Sistema D'Hondt: Utiliza divisores consecutivos (1, 2, 3, 4…) y suele favorecer a los partidos más votados, ya que asegura que los partidos grandes obtengan una mayor proporción de escaños en comparación con los partidos pequeños. Esto permite que el parlamento sea menos fragmentado, lo que facilita formar gobiernos estables y reduce el riesgo de que haya demasiados partidos pequeños representados.
Sistema Sainte-Laguë: Emplea divisores impares (1, 3, 5…) y es más proporcional, lo que beneficia a los partidos pequeños. Este sistema tiende a darles una mayor oportunidad de obtener escaños, lo que fomenta la diversidad en el parlamento y da cabida a una variedad más amplia de opiniones políticas. Sin embargo, esta diversidad también puede dificultar la formación de gobiernos sólidos, ya que suele dar lugar a parlamentos más fragmentados.
Por mayor resto: En este método, los votos de cada partido se dividen por un cociente mínimo necesario para obtener un escaño. Los escaños restantes, que quedan tras asignar el primer conjunto, se distribuyen entre los partidos que tienen restos significativos de votos. Existen tres métodos comunes para asignar estos restos:
Cociente de Hare: Favorece a los partidos pequeños, permitiendo una representación más proporcional.
Cociente de Droop: Beneficia a los partidos de tamaño medio, facilitando su representación en el parlamento.
Cociente de Imperiali: Favorece a los partidos más votados, reforzando a los grupos con mayor apoyo.
3. Sistema mixto
Combina elementos de los dos sistemas anteriores. Algunos de estos sistemas son:
Sistema de representación proporcional personalizada o dependiente: se incluyen mecanismos de compensación para cualquier deficiencia que pueda haber existido en los resultados por mayoría. Es decir, si en una votación por mayoría un partido con un 10% no consigue ningún escaño, con esta compensación se logra que tenga representación.
Ejemplos: Alemania o Dinamarca.
Sistemas paralelos o independientes: se elige una parte de un parlamento por un sistema mayoritario relativo y la otra mitad por un sistema proporcional.
Ejemplos: Japón o Corea del Sur.
4. Otros sistemas
Otros sistemas menos comunes que son difíciles de categorizar serían los siguientes:
Sistemas de voto limitado: los electores tienen menos votos que el número de escaños a repartir.
Ejemplos: Gibraltar o la elección de senadores en España.
Recuento de Borda: se votan los candidatos en orden de preferencia y dependiendo de ese orden las opciones van valiendo menos sucesivamente.
Ejemplo: minorías en Eslovenia y Eurovisión.
5. Otras distinciones
Por último, pueden diferenciarse las formas de realizar el voto a representantes según otras características:
Forma de elección: puede ser directa (eliges directamente al candidato a un cargo público) o indirecta (eliges a ciertos representantes que acaban eligiendo al cargo público).
Ejemplos: en Francia se elige al Presidente de la República directamente, mientras en Reino Unido los parlamentarios eligen al Primer Ministro.
Ejercicio del voto: puede ser libre (votas si quieres o no) u obligatorio (es una obligación legal que vayas a votar y puedes enfrentarte a multas si no lo haces sin excusa).
Ejemplos: en Portugal el voto es libre mientras que en Brasil es obligatorio.
Publicidad del voto: puede ser secreto (no haces público tu voto para que sea válido) o público (debe ser público tu voto para ser válido). En general, las democracias promueven el voto secreto para evitar cualquier tipo de intimidación, amenaza o potencial compra de votos. Ejemplos de voto público: Argentina hasta 1912 y Nigeria en 1993.
Diferencias procedimentales: pueden hacerse a través de una máquina, a viva voz, con papeletas predistribuidas, con marcas escritas... Ejemplo polémico: en las elecciones de EE.UU. del año 2000, se dice que Al Gore podría haber ganado las elecciones si no fuera porque muchos electores en Florida se equivocaron al utilizar una "máquina mariposa" de votación que dio muchos votos a un candidato con muchos más votos en ese Estado que en otros (Pat Buchanan).