En los últimos años, especialmente en épocas electorales, la polarización se ha convertido en un tema recurrente en el discurso público. Se escucha con frecuencia que nuestra sociedad está cada vez más dividida, como si existieran dos grandes bandos en constante confrontación.
Esta percepción de polarización política ha suscitado un debate intenso sobre las implicaciones que tiene en nuestras dinámicas sociales y en el funcionamiento de la democracia.
Pero… ¿qué es exactamente? ¿Y cuáles son sus verdaderas consecuencias?
¿Qué es?
La acepción de "polarizar" de la Real Academia Española (RAE) que nos resulta más relevante en el ámbito político es: “Orientar en dos direcciones contrapuestas”. Este enfoque es importante porque destaca que la polarización se muestra principalmente en dos extremos, y no en muchas opciones diferentes. Esta dicotomía crea un ambiente propenso a la formación de bandos, lo que se traduce en división y confrontación dentro de la sociedad.
A medida que se introducen más posturas o "polos" en el debate, la percepción de un conflicto de “nosotros contra ellos” se diluye, permitiendo una mayor complejidad en las discusiones y una posible disminución de la tensión social. En este sentido, la polarización no solo afecta la manera en que nos relacionamos políticamente, sino que también influye en nuestra convivencia diaria y en la cohesión social.
¿Cómo se mide?
No hay un índice estándar que mida la polarización de manera similar al índice de Gini para la desigualdad o al Índice de Desarrollo Humano (IDH) para el desarrollo. Sin embargo, la polarización suele abordarse como una variable clave en muchos estudios sobre la calidad democrática. A nivel internacional, destacan principalmente tres investigaciones que analizan este fenómeno:
Edelman Trust Barometer:
Este estudio es fundamental porque mide la confianza pública en instituciones, gobiernos y medios de comunicación, lo que puede reflejar la polarización en la percepción de la legitimidad de las instituciones y entre diferentes grupos sociales. En el estudio de 2023 incluyó a España dentro de los 6 países más polarizados y Argentina ocupó el primer puesto de la lista.
V-Dem (Varieties of Democracy):
Este proyecto proporciona una amplia gama de indicadores sobre la calidad democrática, incluyendo la polarización política. Su enfoque multidimensional y su cobertura global lo convierten en una herramienta valiosa para comparar diferentes países. Tiene publicado un artículo sobre la polarización en la península ibérica desde el comienzo de la democracia, y coloca a España actualmente en niveles similares a los de los años 70, con un índice entre 2 (Polarización moderada) y 3 (Polarización alta).
Pew Research Center:
Las encuestas realizadas por Pew son altamente respetadas y ofrecen datos sobre la opinión pública y la polarización política, especialmente en contextos democráticos. Con las elecciones en EE. UU. a la vista, es muy revelador su análisis sobre valores políticos donde se puede observar la creciente polarización ideológica entre demócratas y republicanos. La imagen muestra cómo esta división ha aumentado entre 1994 y 2017, reflejando un entorno político cada vez más fragmentado y con valores más marcados.
En España, la consultora Llorente y Cuenca se unió a la plataforma +Democracia para llevar a cabo un interesante y exhaustivo estudio en varios países sobre la polarización en las redes sociales, que llamaron The Hidden Drug. Este análisis se centra en lo que han denominado "adicción al conflicto", y se basa en la evaluación del lenguaje utilizado en millones de publicaciones.
A través de este enfoque, buscan entender cómo las interacciones en línea contribuyen a la división social y a la intensificación de tensiones políticas. El estudio no solo examina la frecuencia y el tipo de contenido conflictivo, sino que también investiga cómo este lenguaje afecta las percepciones y comportamientos de los usuarios en el entorno digital. Además, esta metodología coloca a España como el tercer país más polarizado de los 12 analizados.
3 guerras que polarizaron el mundo
Para comprender la polarización de manera más efectiva, es útil examinar eventos históricos concretos. Por esta razón, queremos destacar tres conflictos del siglo XX en las que la polarización fue evidente y tuvo repercusiones significativas en todos los ámbitos de las sociedades afectadas. Como no es de extrañar todos estos sucesos desembocaron o estuvieron asociados a una guerra civil.
La Revolución Rusa (1917) y la Guerra Civil Rusa (1917-1922):
La Revolución Rusa polarizó a la sociedad entre los bolcheviques, que abogaban por una transformación radical hacia el socialismo, y los mencheviques y otras facciones que buscaban reformas más moderadas. Esta división se intensificó durante la Guerra Civil Rusa, donde los "rojos" (bolcheviques) lucharon contra los "blancos" (opositores), generando una atmósfera de violencia y represión que resultó en millones de muertes. La polarización dejó cicatrices profundas en la sociedad rusa, afectando la vida política y social durante décadas.
La Guerra Civil Española (1936-1939):
La Guerra Civil Española polarizó a la sociedad en torno a cuestiones ideológicas y políticas, reflejándose en el resto del mundo. La lucha entre los republicanos y los nacionales generó profundas divisiones familiares y comunitarias, constatando el auge de tensiones ideológicas en Europa antes de la Segunda Guerra Mundial.
La Guerra de Vietnam (1955-1975):
La Guerra de Vietnam polarizó a la sociedad estadounidense dentro del contexto de la Guerra Fría, dividiendo a la población entre quienes apoyaban la intervención militar para frenar el comunismo y quienes se oponían a la guerra por razones éticas y humanitarias. Esta polarización se tradujo en protestas masivas, movimientos estudiantiles y un creciente escepticismo hacia el gobierno, afectando la cultura y política de Estados Unidos durante las décadas de 1960 y 1970.
Perspectivas y consecuencias
El informe “Global Risks 2024: At a Turning Point” del Foro Económico Mundial (WEF) señala que la polarización social se considera el tercer riesgo más significativo en los próximos años, según las percepciones de sus encuestados. Este hallazgo destaca la creciente preocupación por cómo la polarización puede afectar la cohesión social, la estabilidad política y el bienestar general de las sociedades a nivel global.
¿Y qué consecuencias puede generar esta situación? Aquí enumeramos las que creemos que son las 5 más importantes:
División social: La polarización crea barreras entre diferentes grupos, fomentando desconfianza y antagonismo, lo que dificulta la convivencia y el diálogo.
Desinformación: En un entorno polarizado, la gente tiende a aceptar información que refuerce sus creencias, lo que puede propagar mitos y desinformación.
Erosión de la democracia: La polarización puede debilitar los principios democráticos, haciendo que los grupos prioricen la victoria sobre la colaboración y el compromiso.
Aumento de la violencia: Las tensiones extremas entre grupos polarizados pueden desembocar en conflictos físicos y violencia, aunque los niveles actuales de violencia no son alarmantes en los países desarrollados.
Desconfianza en las instituciones: La polarización genera desconfianza hacia instituciones públicas y privadas, lo que puede disminuir la participación ciudadana y afectar la efectividad de las políticas públicas. Lo podemos constatar actualmente entre los más jóvenes que son más propensos a no votar, como muestran estas gráficas:
¿Y cómo la combatimos?
Desde Politikea queremos fomentar el autoconocimiento ideológico y el debate constructivo como las dos principales armas para combatir a la creciente polarización y promover la empatía política para llegar a consensos en las cosas que de verdad nos importan. ¡Únete a la comunidad!
Comments